Ay, madre mía, una entrevista. Qué emoción ¿puedo saludar? ¿Sí? ¡Madre, que me están entrevistando! Un saludo, madre, no me espere a cenar que hoy me han prometido cena en un restaurante bueno, aunque estoy seguro de que la alta cocina no le llegará a la suela del zapato a las tortillas de patata que usted me hace, por mucha estrella Michelin y mucho plato cuadrado que le pongan a la comida.
No estoy nervioso ¿eh? es solamente que nunca me habían entrevistado antes.
¿Voy bien con esta corbata? ¿Cómo que no hacía falta que viniera vestido de traje?
¿En… en serio?
¿Por qué te decidiste a iniciar el blog?
Corría el año 2012 y, no es por sonar pedante, había terminado segundo de carrera sin dejarme nada para septiembre. No me iba de vacaciones a ningún sitio y se me planteaba un largo verano de piscina por la mañana y siestas por la tarde. Porque salir a la calle durante las horas de luz solar ni me lo planteaba para no morir deshidratado y chamuscado.
Hasta ese verano yo había compaginado la labor intelectual universitaria con el hobby de fanzinero, pero ese junio el dibujante decidió que quería hacer otras cosas y dejamos de lado los proyectos pictóricos, porque cuando publicas tus propios cómics no lo haces por el dinero o la fama (aunque realmente sí pero, spoilers aparte, nunca te llegan). Pero que me voy por las ramas, resulta que los domingos era cuando se actualizaba el blog aquel en el que el dibujante y yo colgábamos nuestras aberraciones, acabado ese blog tenía los domingos libres y aburridos como… bueno, una tarde de domingo. Ahora él ha recibido premios como colorista y está ganando buen dinero, y yo estoy con un doctorado, así que la vida no nos ha tratado tan mal como esperábamos.
Resumiendo: llegó el verano de 2012 y me pregunté “¿Qué puedo hacer yo para ocupar mi tiempo libre?” y la respuesta fue obvia… “Hablar de Historia”.
¿Cuál es el propósito del blog?
Realmente el único propósito ha sido el de entretenerme. Empezó para el verano y me leían mis amigos, terminó el verano y me animaron a seguir escribiendo. Y eso que alguno me reconoció que sólo se metía a leer los chistes de los pies de foto. Lamentable.
Lo cierto es que escribir cada semana ha sido una forma muy buena de no oxidarme y de seguir en contacto con la Historia a pesar de haber pasado una temporada alejado de la Universidad. Más de una vez me he sorprendido ojeando mis propios apuntes diciendo “a ver sobre qué escribo esta semana…”.
¿Alguna experiencia o anécdota destacable como blogger?
Uy, unas cuantas. Ha habido artículos que me han plagiado periódicos de tirada nacional, coma por coma y punto por punto, incluidas los pies de foto y los montajes fotográficos (y desde entonces cualquier montaje fotográfico lleva la URL del blog como marca de agua). Hay un par de artículos de Wikipedia que han sido calcados, eliminando los chistes más macarras, para nutrir las explicaciones. Lo primero cabrea, sobre todo cuando esos periódicos tienen la soberbia de no responderte siquiera, pero que algo llamado “vagohacehistoria” aparezca como fuente consultada en Wikipedia, qué quieres que te diga, me hace sonreír.
También me han llegado correos de gente que ha utilizado mis artículos en sus trabajos de universidad, o gente muy ofendida porque no me he tomado en serio tal o cual tema. Pero eso es el pan de cada día en internet ¿no?
¿Qué esperas del blog en el futuro?
Mi abuela tiene una frase que es “Virgencica, virgencica que me quede como estoy”. Así que podría decirse que por lo menos espero que las cosas estén como están ahora, que cada domingo tenga un pico de visitantes, que tenga una treintena de personas leyéndome al día y que los visitantes se sigan quedando un rato por el blog (señal de que están leyendo lo que escribo). De ahí, todo lo arriba que quieran ir las cosas, no me voy a poner techo de cristal.
Pero si hablamos de proyectos, llevo un tiempo poniéndome excusas a mí mismo para no hacer vídeos para Youtube. Cualquier día de estos, dejaré de aceptar mis propias excusas y remasterizaré las entradas de blog a las que más cariño les tengo. A ver si vuelve el fresco y la buhardilla en la que tengo todo el material deja de ser un horno, que supongo que nadie quiere ver un video de un historiador envuelto en sudor luchando por respirar y no deshidratarse.
¿Cómo es la persona que hay detrás de este blog?
Ojalá pudiera decir que soy un misántropo que vive encerrado en un cavernoso sótano y que no sale nunca a la calle, pero lamentablemente soy una persona normal.
Uno tiene sus secuelas psicológicas, claro, porque no conocerás a nadie que haya acabado Historia y esté sano mentalmente, pero por todo lo demás soy una persona normal y corriente. Por lo menos me especialicé en Historia Contemporánea y me da por coleccionar antigüedades de hace un siglo porque conozco los rudimentos de una sociedad, no como los prehistoriadores, que salen todas las mañanas al alba vestidos con pieles a cazar su propio desayuno y a recoger piedras de sílex bonitas. Esos tíos me dan escalofríos.
En general disfruto de las cosas pequeñas… un paseo por el rastro el domingo para ver qué encuentro, una tarde de peli y manta o una partida de rol hasta las tantas con los amigos. Para mi día a día cualquier plan tranquilo y sencillo me viene bien. Luego es cierto que a veces llega una recreación histórica, me pongo trajes estrafalarios y me dedico a asaltar trincheras gritando a pleno pulmón. Pero yo que sé, es como quien se va de viaje un fin de semana, solo que yo no viajo geográficamente sino temporalmente. Y más sano será eso que encerrarme en un gimnasio ¿no? que además en recreación siempre te haces unas fotos preciosas para Instagram, que hacerse fotos en el espejo del gym está tan visto…
Si me reconoces por la calle puedes saludarme, aunque ya te aviso que mis autógrafos se cotizan muy bajo por ahora. Aunque no salgo aun en Wikipedia, siempre hace ilusión encontrarte a alguien que no es un fan loco que te quiere apuñalar.
¿Qué dirías a los bloggers que empiezan?
Que si quieren fama y riquezas empiecen en Youtube. Aunque llevar un blog es muchísimo más fácil que hacer un vídeo, también tiene mucho menos repercusión. Normalmente las actualizaciones semanales las empiezo a escribir el domingo por la tarde, después de una siesta, y en tres o cuatro horas están terminadas con fotos y todo. Eso es algo impensable a la hora de hacer un vídeo que subir a Youtube.
Por eso creo que los blog son más íntimos, como reliquias de un pasado en el que todo el mundo escribía lo que pensaba y la imagen digital aún no había pegado ese ascenso astronómico. Pero también es más difícil darte a conocer cuando estás empezando porque es más difícil llegar al público.
En cualquiera de los dos casos mi consejo es que seas muy pesado. Habla de tus actualizaciones a tus amigos (y si no te da vergüenza, a tus familiares), arrástralos si hace falta a que lean tu contenido. Tómate al pie de la letra eso de la viralidad porque, como una enfermedad que se propaga, tienes que escoger los vectores que más te benefician a la hora de extenderte. Tus amigos pueden ser tus primeros mensajeros y los que pueden comenzar el boca a boca.
Después de todo, ahora no lo saben, pero ya te lo agradecerán cuando puedan decir con superioridad “yo ya lo conocía antes de que fuera famoso”.